lunes, 24 de noviembre de 2014

INFLAMACIÓN: La enfermedad del siglo XXI


No son el estrés, ni la diabetes, ni la obesidad, ni el cáncer, ni la gastritis, las enfermedades que hoy en día nos aquejan y ponen en riesgo nuestra salud, o sea sí, pero para que todas éstas nos ataquen, hay un detonante.

¿Alguna vez te has puesto a pensar qué desencadena estas enfermedades?, la respuesta es LA INFLAMACIÓN, en efecto, la verdadera enfermedad del siglo XXI es ésta.Para empezar, ¿Qué es la inflamación?, pues bueno, es una respuesta normal de nuestro sistema de defensa frente a las diversas agresiones a las que lo sometemos día con día, para deshacerse del mal, hasta que se vuelve crónica.

Hay dos tipos de inflamación, la clásica y la silenciosa, y, ¿cómo diferenciamos a una de otra?

Inflamación clásica: Nos genera dolor, enrojecimiento e hinchazón e incluso aumento de temperatura, lo cual está bien, ya que es la forma que tiene nuestro sistema de defensa de poner a salvo la zona afectada.

Inflamación silenciosa: La que no vemos, la que no sentimos, la que con el paso del tiempo se vuelve crónica y disminuye la regulación de nuestros procesos fisiológicos y que sólo sabemos de ella cuando hemos perdido la función normal de nuestros órganos y que poco a poco va deteriorando nuestra salud. También es la responsable de todas las enfermedades terminadas en ITIS: artritis, gastritis, colitis, sinusitis, cistitis, etc. etc. etc.

La acidez en el cuerpo es la primera causa de la inflamación silenciosa, ya que como he dicho una dieta ácida a base de alimentos procesados, harinas refinadas, azúcares, grasas saturadas, alcohol, poca ingesta de frutas y verduras, cero ejercicio, hace que nuestro organismo viva en constante acidez.

Nuestro sistema de defensa libra una batalla constante tratando de deshacerse de todo lo que le metemos a nuestro cuerpo, desde lo que comemos, hasta lo que nos untamos y respiramos, ya que, a pesar de tener un mecanismo de respuesta rápido y preciso para generar anticuerpos y combatir todos los agentes externos que llegan a él, el ritmo acelerado al que le sometemos no le da chance de tener un descanso, lo que lo hace víctima de su propia curación, autodestruyéndose en la búsqueda por conseguir el balance perfecto de nuestro PH, el cual, nunca llega, desencadenando así una inflamación crónica y generando enfermedades en nuestros sistemas digestivo, circulatorio, óseo y respiratorio.

¿Qué cómo la combatimos? 


El cambio de hábitos una alimentación alcalina es la clave de una vida saludable, necesitas bajarle a todo lo procesado, a las carnes rojas, pollo, leche, alcohol, harinas y azúcares refinados, e ir consumiendo cosas más naturales como vegetales, frutas, granos, semillas, agua mucha agua, una cápsula de omega 3 al día también es recomendable, introducir a tu vida jugos verdes, animarte a sustituir los desayunos y cenas pesadas a base de tamales, fritangas y pan dulce por un delicioso smoothie por ejemplo, y no necesariamente quiere decir que de la noche a la mañana tengas que dejar todo lo “divertido” como dice mi marido, sino poco a poco, puedes ir introduciendo nuevos hábitos a tu rutina diaria e ir dejando de lado todo lo que sabemos nos hace daño, porque claro que lo sabemos, nomás que nos hacemos como la mamá del muerto para dejarlos, y no es hasta que nos caen las enfermedades cuando nos entra la consciencia y ahora si queremos cambiar de hábitos.

No esperes a sentirte mal o estar enfermo para realmente preocuparte por tu salud, empieza ahora y enamórate de los resultados que obtendrás pronto.

No hay comentarios:

Deja un comentario: